SONETO QUE ME SILBO DISCEPOLIN
(por Acquaforte)
Quién más, quién menos, uno... yira yira
tratando de rajarle a la tormenta.
Mas, siempre algún martirio lo atormenta
y funda el desencanto de su vida.
Yo soy un arlequín que cuando gira
desnuda hasta el más íntimo secreto:
mi tango es confesión, antes que reto,
y baila una victoria ya vencida.
Tu sombra sin palabras me condena
y ¡Justo el 31! se abre el bache
que sangra mi canción desesperada...
¡Y muero por la infamia que te apena
al lado de un absurdo cambalache,
rezándole a una Biblia que hoy es nada!
(*) Publicado en "Desde el Boliche Ricardo".
Ediciones Florida Blanca. La Plata. 1984.
Las negritas refieren al título de varios temas
de Enrique Santos Discépolo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario