En algún lugar de la pampa, un puñado de gauchos agrestes rodea una casa
con intriga. En la casa hay un escritor, una luz, un misterio. Tiempo
después, esa misma llanura es atravesada por una mujer heroica que viaja
incansablemente. Hay algo de "El matadero" en la primera historia: en el
acecho popular del letrado solo y en la violencia mal contenida o
desbordada. Hay algo de "La cautiva" en la segunda: en la gesta
itinerante de la heroína enamorada. Y hay algo de Echeverría en toda la
novela, por presencia o por ausencia.
Aquella ficción fundante de la literatura argentina, la que opone
civilización y barbarie, no deja de generar relatos. Incluso relatos
que, como Los cautivos, pueden tomarla para la risa, dando con lo nuevo
de esa manera tan típica: con la reescritura gozosa de una tradición.
Enlace al catalogo: http://2436.bepe.ar:8080/cgi-bin/koha/catalogue/detail.pl?biblionumber=6056&searchid=scs_1476454241976
Fuente: Contratapa
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