Mientras vuela detrás de la gran bandada, el dragón Milo pierde
altura, patalea en el aire y cae de espaldas en la tierra. Por suerte,
aterriza en el jardín de Roco. Y como entre niños y dragones no hacen
falta explicaciones, Roco sabe cómo hacer para que Milo pueda sumarse a
la gran bandada de dragones que pasará en tres semanas y un día.
Milo, el dragón flacucho, necesita aprender a volar para regresar
junto a su bandada de dragones. Roco sabe que entre los libros está la
solución a todos los problemas.
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